Los mejores remedios caseros naturales para combatir dolencias como los dolores de rodilla, de cabeza, de muelas, codo de tenis, hemorroides, artritis, impotencia, acne, varices, ronquidos, halitosis, bursitis, hipo, etc. Todo ello sin olvidar los usos y aplicaciones de las hierbas medicinales en la medicina alternativa.
sábado, 17 de julio de 2010
Dolor de muelas, dientes y encias
Los mayores enemigos para la correcta salud de dientes, muelas y las encías son los pasteles, comidas dulces, bebidas efervescentes y las golosinas. Los refrescos de cola suelen tener como componente el Acido Fosfórico, algo muy dañino para el esmalte dental.
La mezcla de ácido y azúcar hace que se forme una placa dañina. En ella las bacterias se multiplican, desarrollan y causan enfermedades en las encías, motivando que los dientes tengan caries.
La mezcla de ácido y azúcar hace que se forme una placa dañina. En ella las bacterias se multiplican, desarrollan y causan enfermedades en las encías, motivando que los dientes tengan caries.
Una buena dieta desde el nacimiento, con la proporción correcta de vitaminas y minerales, es magnífica para el desarrollo de dientes fuertes. Pero incluso con este tipo de dieta los son esenciales las visitas periodicas al dentista y mantener una limpieza de los dientes con dentrífico tras cada comida.
Al contrario de lo que piensa mucha gente, una manzana no es una alternativa al cepillado de dientes. En caso de no pooder limpiarse los dientes con dentrifico es preferible masticar un chicle sin azucar después de cada comida. Esto será mejor que no cepillarse los dientes.
Prevención del dolor de dientes para cada día.
• Ajo. Frotar las encías con ajo o poner un diente de ajo en vinagre y agua, y usarlo para lavarse la boca. Al acabar haremos enjuagues de clavo para no tener mal aliento.
• Aceite de vitamina E. Dar un enjuague a las encías con aceite de vitamina E. Esto cura las inflamaciones, y mantiene las encías sin enfermedad.
• Aceite de eucalipto. Masajear las encías con el aceite las mantiene fuertes y sin enfermedades y se consigue un lavado de boca excelente. Ponga 20 g de hojas de eucalipto en 1 litro de agua hirviendo y mantenerlo otros 5 minutos a fuego lento. Se retira del fuego y se tapa herméticamente. Dejarlo enfriar. Se filtra y se añaden dos gotas de aceite de clavo y tintura de mirra. Guardelo en una botella con tapon y metalo en la nevera para su conservación.
• Enjuagues con alcohol. En los adultos, enjuagase y mantenerlo en la encía con brandy caliente, con whisky puro o con brandy templado.
• Infusión de tomillo o salvia. Colocar una cucharadita de cada una de estas hierbas en una taza con agua hirviendo. Cubrir y dejar reposar la infusión durante 15 minutos. Enjuagarse con el preparado y mantenerlo en la boca para reducir la inflamación y la infección.
• Hojas de endrino. Una infusión en agua hirviendo con hojas de esta planta lo convierte en un enjuague ideal para mantener fuertes las encías.
• Zumo de cebolla o de ajos. Un trocito de rama se emplea para tapar y desinfectar la cavidad del diente afectado.
• El Espliego o las infusiones templadas de anís, tomillo, o menta. Todas ellas son saludables enjuagues bucales.
Polvos de dientes y pastas Resulta facil, efectivo y economico crear nuestros propios polvos y pastas dentales para el uso personal. Estos son algunos de los mejores:
• Mirra para las encías. Cinco cucharaditas de mirra mezcladas con 80 g de bicarbonato sódico, fortalecerán vuestras encías.
• Sal. En una emergencia se puede emplear unicamente sal, que es muy efectiva.
• Bicarbonato sódico. Uselo esporadicamente por ser algo abrasivo con los dientes y muelas. El bicarbonato sódico elimina las manchas de los dientes y muelas.
• Clavos. frotar con aceite de clavos la encía, alrededor de las muelas doloridas. El aceite de mejorana puede reemplazar al de clavos.
• Tabletas de alfalfa. Fortalecen muy efectivamente las encías.
jueves, 15 de julio de 2010
VARICES
Todos sabemos el aspecto que tienen las venas varicosas —los nodulos protuberantes, duros y azulados de las piernas que algunos dicen que son hereditarios pero que probablemente han ido de
mal en peor por negligencia—. Las válvulas que controlan el flujo sanguíneo en venas y arterias se colapsan a causa de la mala circulación de la sangre y ésta puede ser resultado de un exceso de peso, especialmente durante el embarazo.
Otra causa importante es el permanecer de pie demasiadas horas seguidas. Si tenéis que hacerlo, intentad encontrar de vez en cuando unos minutos para andar un poco, y todo el mundo debería buscar tiempo para dar un paseo a paso ligero cada día. Si en la oficina os sentáis en una silla
mal diseñada es posible que vuestra circulación sea deficiente, especialmente si sois obesos, y lo mismo ocurre si os arrodilláis o si cruzáis una pierna sobre otra. De hecho, cualquier posición
en la que una de las piernas quede horizontal es perjudicial.
Otro peligro son los pantalones ajustados. Se habla menos del peligro de varices que del de esterilidad aunque aquéllas son mucho más probables, por tanto recordárselo a vuestro hijo cuando
vaya a comprarse unos téjanos nuevos. Otros factores que contribuyen a la formación de venas varicosas son el estreñimiento, el fumar y los baños calientes.
Dieta
Comed mucha fruta incluyendo uvas, grosellas negras, cítricos y escaramujos, y cierta cantidad de col verde, espinacas, perejil y diente de león. Otros elementos vitales de la dieta son el germen
de trigo, la levadura de cerveza y los ajos.
• Infusión de romero con miel y de flores de saúco. Son dos excelentes remedios antiguos para favorecer la circulación sanguínea.
• Infusión de bistorta. Dejad macerar en 1 litro de agua fría durante 10 horas 25 g de raíces de bistorta (Polygonum historia con cuyas hojas los ingleses acostumbraban a hacer el Pudín de Pascua). Coladla y tomad diariamente, entre comidas, 4 tazas para curar tanto las varices como las hemorroides.
Masaje
Friccionaros suavemente las piernas, pero no os rasquéis nunca las varices ya que pueden formarse úlceras varicosas que son muy molestas. Lavaros las piernas y friccionarlas de abajo arriba, en dirección al corazón, con agua de hamamelis o con tintura de caléndula. A lo mejor preferís alternar
baños calientes y baños fríos con lo que mejora la circulación, pero nunca debéis tomar un baño caliente sin mojaros después las piernas con agua fría.
Poned las piernas en alto varias veces al día o bien dormid con los pies de la cama algo elevados.
Los aceites de oliva o de almendras dulces, el aceite de ciprés (6 gotas en el baño o 4 gotas en 2 cucharadillas de aceite de oliva), de caléndula, de romero y de espliego son excelentes aceites para masajes al igual que el preparado siguiente. Tomad cantidades iguales de corteza de roble, hojas de orégano y de nogal. Llenad tres cuartas partes de un recipiente con estas plantas y añadid aceite de oliva hasta cubrirlas. Ponedlo dos horas al baño maría a fuego lento y dejadlo enfriar. Escurrid el líquido y filtradlo.
ESTREÑIMIENTO
Las causas más comunes del estreñimiento son una dieta inadecuada, el estrés o la falta de ejercicio y aire fresco. El estreñimiento no sólo produce una sensación general de malestar, sino que las toxinas que el cuerpo acumula pueden producir o agravar numerosos achaques, incluyendo fuertes dolores de cabeza, hipertensión, ardor de estómago, catarro, artritis y reumatismo.
También puede agriaros extremadamente el carácter. La solución más sencilla es tomar una dieta rica en fibra que incluya frutas y verduras frescas, especialmente manzanas, peras y hortalizas
verdes, mucho yogur natural y grandes cantidades de agua. Descartad los platos muy condimentados, la carne roja, el café y el té. Evitad especialmente las comidas rápidas y de mala calidad.
El estreñimiento es una de las causas más frecuentes del «dolor de barriga» y la languidez pálida de los niños y hemos de tener presente que no debemos permitir que terminen por depender de los laxantes, sino habituarles a utilizar el servicio cada día a la misma hora por más que crean que es una pérdida de tiempo.
Los consejos más antiguos y sencillos para conseguir que los intestinos funcionen regularmente iban desde tomar un vaso de agua fría mañana y noche , por el contrario, tomar una bebida
caliente y fumarse una pipa después del desayuno. Los baños de agua fría competían en popularidad con los baños de asiento en agua helada durante 15 segundos, mientras que los más moderados se atenían al viejo recurso de tomar cada mañana una cucharada de miel o a la infalible «manzana diaria» .
Las elegantes nodrizas y las severas niñeras recurrían a la jalea de pétalos de rosa o al jarabe casero de higos, preferibles ambos a la costumbre de ciertos países suramericanos de mascar hojas secas de mostaza o de administrar un enema de agua de semillas de pimentero; un remedio que me parece que, probablemente, más que curar, mata.
• Caramelos de regaliz. Resultan eficaces pero hace falta limpiarse los dientes después de tomarlos.
• Aceite de romero, hisopo, hinojo, mejorana o manzanilla. Un niño se sentirá mucho mejor si frotáis su pobre barriga dolorida con un poco de aceite aromático. Friccionando suavemente el
abdomen con unas pocas gotas de cualquiera de estos aceites esenciales diluidas en aceite de oliva o de girasol
• Aceite de castor y zumo de naranja. Tomar una mezcla de cada uno de ellos es mejor que tomar parafina líquida o cascara sagrada.
• Sales. Todas son eficaces, desde las de Glauber y Carlsbad a las de Andrews y de la higuera.
• Aceite de oliva. Una cucharadilla de aceite de oliva o de cualquier buen aceite vegegal tomada cada mañana lubricará el sistema.
• Salvado. Dos cucharadillas diarias al principio pueden tener efectos dramáticos, pero tomadas cada mañana, espolvoreadas sobre los cereales, asegurarán un movimiento intestinal regular. Los niños pequeños pueden tomar un poquito en la punta de una cuchara.
• Melaza. Rica en vitamina B. Tomadla mezclada con leche, zumo de frutas o agua.
• Miel y agua caliente. Empleadla en la proporción de 1 cucharadilla por cada taza de agua caliente.
• Limón y miel. Exprimir el zumo de 1/2 limón en agua caliente con un pellizco de sal marina y 1 cucharadilla de miel.
• Musgo de Islandia. Tomaros a sorbos el agua en la que se haya cocido musgo de Islandia a fuego lento.
• Ruibarbo. Cocedlo a fuego lento con miel y coméoslo, o bien bebed cada mañana el zumo de los frutos cocidos.
• Patatas asadas con piel. Tomadlas solas, piel incluida; alivian el estreñimiento y son también eficaces para combatir la migraña.
• Zumos de frutas y de verduras. Para que sean eficaces al máximo, si os es posible, preparadlos vosotros mismos con productos frescos y bebedlos inmediatamente.
• Zanahorias. Las zanahorias crudas aportan a la dieta vitaminas y sales minerales. Probad también esta nutritiva sopa cuyo sabor ligeramente dulce gusta a los niños y actúa como un laxante suave.
SINUSITIS
Se trata de una enfermedad desagradablemente dolorosa producida por la inflamación de las membranas mucosas que recubren el interior de la nariz y los senos que rodean los ojos, siendo estos los efectos: bloqueo nasal, ligero aumento de la temperatura, tos ronca, dolor de cabeza y un desesperante dolor alrededor de los senos de los ojos, especialmente sobre ellos.
Inhalaciones
• Aceite de enebro. hacer inhalaciones de agua caliente con unas gotas de este aceite. No lo echéis sin diluir sobre la piel ni en el pañuelo, ya que de allí podría pasar a la nariz, irritándola.
• Ajos. Echando en un cuenco de agua hirviente varios dientes de ajo troceados tendréis unas inhalaciones poco frecuentes, pero eficaces.
•Aceites esenciales de eucalipto o de pino. Inhalad los vapores del agua hirviente en la que habréis echado una gota de cualquiera de ellos.
lunes, 12 de julio de 2010
Migraña.
Para las personas que sufren de migraña —atroz dolor de cabeza, ojos cerrados, pesadez de estómago, necesidad de permanecer tendido en una habitación oscura para que el mal desaparezca— no es facil entender que a veces su agonía es descrita como un simple «dolor de cabeza».
La migraña puede tener varias causas, a veces como una enfermedad psicosomática, que tiene un origen «externo», según las escasas referencias, y muchas de ellas despectivas, que se encuentran en los antiguos libros de medicina. Migrañas, gases y vértigos eran las excusas a las que se acogían las mujeres menos emancipadas de otras épocas cuando no querían hacer lo que debían.
El estrés y la tensión nerviosa, ayudan a desarrollar la migraña. Pero más recientemente se ha sugerido que esta dolencia puede ser resultado de un funcionamiento vital incorrecto, una dieta pobre, estreñimiento, vista cansada, desequilibrios hormonales, reacciónes alérgicas a determinados alimentos, o trastornos por las muelas del juicio. Por ahora, nadie ha conseguido aún la respuesta adecuada, a pesar de que cada día es mayor el número de personas que la padece.
Existen, como era de esperar, pocos remedios caseros antiguos para curar este tipo de dolor de cabeza. El mejor consejo sería tenderse en una habitación oscura, fresca y bien ventilada, bajo unas sábanas templadas y mantenerse quieto. Si la migraña no desaparece en 24 horas, avise a un profesional para que trate de ayuderle.
Ante los primeros síntomas, bebed gran cantidad de agua para desintoxicar el organismo y reducir la retención de líquido que puede ser la causante de la migraña. Intentad relajaros y tomad un té calmante bien azucarado con miel. Bañad los ojos con agua fría y dese un masaje en la cabeza.
Alivios rápidos
Las siguientes consejos sirven para aliviar y prevenir el dolor de la migraña, y como remedio una vez los primeros síntomas empiezan a manifestarse. Seguramente os ayudarán a relajaros y a frenar la angustia. Algunos de los remedios dados para el Dolor de cabeza también os pueden ayudar.
• Patatas cocidas. Comedias solas, sin sal ni mantequilla o queso (el queso puede ser un factor contribuyente a la migraña). Es un remedio que funciona francamente bien.
• Tomates enlatados. Hervir a fuego lento con una buena cantidad de albahaca y servir con un poquito de vinagre.
• Fruta helada en cubitos. Hacedlos con zumo de limón o de pina; se chupan, cuando las bebidas nos causan náuseas. Los cubitos de hielo alivian las gargantas doloridas y pueden darse también a los niños con fiebre, aunque en forma de barras (helados) para prevenir accidentes.
• Angélica azucarada. Masticar pequeños trozos regularmente, pero no antes de dormir, pues puede desvelarnos.
•Matricaria, betónica, tanaceto, romero o flores de lima. Cualesquiera de estas hierbas puede prepararse en té, en la proporción de 25 g en 600 mi de agua, y tomar una taza cuatro veces al día. La betónica (betónica leñosa), proviene de las palabras célticas «ben» (cabeza) y «ton» (buena). Por lo tanto, no es descabellado pensar que un té hecho con esta planta, seca, curará la migraña. Las hojas espolvoreadas pueden ser también ingeridas por la nariz.
•Té de verbena. Es un té excelente para aliviar las migrañas premenstruales. Espliego. Una infusión suave de espliego 1/4 de cucharada en 1/2 taza de agua hirviendo— puede ser bebida regularmente y el aceite de espliego friccionado en las sienes; os aliviará y rebajará la tensión. El té de menta y el de espliego os ayudarán a reducir las náuseas, mientras que una cataplasma de hojas frescas y aplastadas, colocadas en la frente, os proporcionará un alivio refrescante.
• Manzanilla o hierba de limón. Se añaden dos gotas de aceite esencial de cada una, a dos cucharadas de aceite de girasol, para dar un masaje en las sienes.
• Agua de romero. Es la versión modesta, pero igualmente efectiva, de la famosa agua de Hungría, que cuando se colocaba en la frente o en la nuca, se consideraba un remedio muy eficaz contra la migraña. Emplear las sumidades florales frescas y seguir las mismas instrucciones dadas para hacer agua de rosas o de espliego.
DOLOR DE CABEZA
Existen varias razones para tener dolor de cabeza, desde la horrible resaca a la
cada día más extendida migraña (para la que no existe una concreta explicación médica) y por ello ambas dolencias serán tratadas en apartados diferentes.
Existen dolores de cabeza matutinos que pueden ser causados por un bajo nivel de azúcar en la sangre y son fácilmente eliminables ingiriendo una cucharada de miel. Hay otros dolores, padecidos por los adultos, que sólo se pueden curar con tratamientos más complejos, aunque la mayoría tienen su origen en otros condicionantes físicos, como son los resfriados, catarro, estreñimiento, cistitis, malas digestiones, fatiga, reacción alérgica (particularmente a las comidas y a los olores), dramas emocionales, problemas menstruales, dolores o achaques, una caída o contusión, presión sanguínea alta o baja, esfuerzo y tensión, muelas del juicio y otras enfermedades específicas.
Los remedios que ofrezco para cada uno de los apartados, os ayudarán a aliviar la causa del dolor. Si repentinamente empezáis a sufrir persistentes dolores de cabeza que no tienen una causa lógica —vista cansada, aun empleando gafas con filtro solar, etc.— buscad el consejo de un profesional sin dudarlo. Si notáis dolor de cabeza, hasta llegar casi al desvanecimiento, eliminad los revulsivos obvios: fumar, té, café, chocolate, queso, leche, vino, brandy... Beber a menudo y repetidamente agua de buena calidad, especialmente agua mineral carbonatada, es muy efectivo.
En los países muy soleados, anudaos un pañuelo alrededor de la cabeza; los turbantes y los sombreros son prendas que tienen una función más allá del simple vestir. Protegen la cabeza de la insolación y previenen los dolores posteriores. Si la causa del dolor de cabeza es la vista cansada, obviamente los ojos deben ser revisados, aunque también es posible que estén inflamados. En este caso, lavadlos por la mañana y por la noche con colirios o con agua fría, una vez hervida. El olor de ciertas flores puede causar dolor de cabeza, especialmente el de la lila, el lirio, el heliotropo y la gardenia. Algunos perfumes cuya base es el almizcle, o contienen gardenia, causan el mismo efecto. Antiguas creencias afirman que no debemos nunca oler las amapolas, o dormir debajo de un ciprés, porque ello puede producirnos dolor de cabeza hasta hacernos incluso enloquecer. Por contra, llevar un buen ramillete de espliego debajo del sombrero asegura de forma certera la inmunidad a dicho dolor, probablemente como resultado de todos los aceites antisépticos que posee tal planta y que nos protegen de las infecciones.
Sin lugar a dudas, como he podido comprobar, antaño el mejor remedio para el dolor de cabeza consistía en extender una compresa de vinagre o de papel de estraza, o de las menos recomendables de excrementos de cabra y orines (vinagre de amonio). Antiguamente, las cataplasmas eran también mencionadas frecuentemente: rodajas de pepino, o patatas crudas, aplicadas en la frente y en las sienes para aliviar el exceso de sol y el dolor de cabeza causado por el tiempo bochornoso; las hojas de puerro aplastadas y aplicadas a las cabezas recalentadas y doloridas; y una maravillosa compresa hecha de hojas de saúco aplastadas con sal, que daban un alivio inmediato pero que, por desgracia, tenían un olor horriblemente fétido. Las hojas de hiedra parece ser que también curan fácilmente los dolores de cabeza, pero su efecto beneficioso queda contrarrestado porque causan erupciones. Dignos también de mención
son los tés de hierbas que pueden aliviar el sufrimiento de un dolor de cabeza, pero que suelen aumentar la tensión.
Remedios aromáticos
Hojas perfumadas.
Un aroma delicioso se desprende de las hojas cuando son friccionadas entre los dedos, y al inhalar ese perfume profundamente, aclara la cabeza y nos hace sentir más vivos. Esta es una de las razones, estoy segura, de que los habitantes de las casas de campo cultivaran sus plantas más olorosas al lado de la puerta de la cocina. La más efectiva de esas hojas es la hierba luisa, seguida por el toronjil, eneldo, salvia, menta, hierbabuena, rosa, espliego y violeta.
El olor del lúpulo os aliviará, mientras que el del clavo o la piel de naranjas y limones os vigorizará; y una infusión de menta, salvia o hinojo, o dos cucharadas de té de lúpulo y vinagre, son muy efectivos para inhalar o aplicar como compresa fría.
Una almohada americana para el dolor de cabeza.
Mezclar 50 g de cada uno de estos elementos: espliego, mejorana, pétalos de rosa, betónica y hojas de rosa y 15 g de clavo. Tomad una bolsa de algodón, introducid los ingredientes dentro, cosed la bolsa y ponedla debajo de la almohada.
Vinagre de espliego. Los vinagres de hierbas se consideran desinfectantes. Antiguamente, los más frecuentemente empleados en la habitación del enfermo eran el de ruda y el de romero. El vinagre de espliego refrescaba y clarificaba la cabeza pesada, además de ser altamente antiséptico.
Dolores y achaques en la cabeza y en la cara de espliego
2 cucharadas de espliego seco
1 cucharada de perifollo oloroso y seco
2 cucharaditas de té llenas de canela
1 nuez moscada rallada
1 litro de alcohol de 96°
Reunid todos los ingredientes en un recipiente grande. Cenadlo con una tapa no metálica y dejadlo en un sitio templado, durante dos semanas. Se obtiene una agradable fragancia y una loción aromática que puede ser usada en una compresa. El agua de espliego y el agua de colonia eran hace años las grandes favoritas entre las señoritas de cierta edad, quienes se ponían unas gotas en un pañuelo, o la llevaban en un frasquito de cristal.
• Rosa. El aceite esencial de rosa es el más tranquilizante de los perfumes. Se obtiene un alivio exquisito añadiendo unas pocas gotas al baño calíente, o en forma de compresa fría.
• Alcohol de rosas. Cubrir un frasco lleno de pétalos de rosas olorosas con alcohol de 96°. Dejarlo reposar, sin tapar, al sol, hasta que el perfume haya impregnado el líquido. Frotar con él las muñecas y las sienes, para aliviar el dolor de cabeza con su fragancia.
• Vinagre de pétalos de rosa. Añadir dos cucharadas de vinagre de pétalo de rosa a un 1l de agua; el resultado tiene un olor aromático y refrescante muy agradable. Se recomienda también para lavar la cara de los pacientes que tienen una fiebre alta. Erradica el olor a sudor y ayuda a restaurar el balance ácido de la piel, previniendo la descamación y las grietas, particularmente en los labios, lo que ocurre tras haber bajado la fiebre. Las madres que dan el pecho a sus hijos lo encontrarán insustituible, utilizándolo en las mamas cansadas. Como todas las hierbas y flores en vinagre, los pétalos de rosa en vinagre son fáciles de elaborar. Sencillamente, rellenad por entero un recipiente de cuello ancho de olorosos pétalos de rosa, poned el recipiente encima de un paño grueso y muy, muy lentamente, llenadlo con vinagre caliente de malta. No lo llenéis demasiado rápidamente, porque podéis romper el cristal. Cerrad con un tapón que no sea de metal y dejad en un alféizar durante dos semanas, removiendo cada día.
Vinagre de malta. Aparte de la deliciosa fragancia y del efecto terapéutico del vinagre antes mencionado, el sencillo vinagre de malta también tiene
efectos sorprendentemente beneficiosos. El vapor del vinagre caliente puede ser inhalado, emplearse en compresas frías para colocar en las sienes, o añadirse al té de hierbas en lugar de limón, para curar el dolor de cabeza.
Vinagre de berros. Hervir 600 ml de vinagre con un puñado de berros y dejarlo reposar dos horas. Filtrar, embotellar y mantener refrigerado. Usar como el vinagre de malta.
Aceite de masaje. En la parte de atrás del cuello y la columna vertebral, la nuca y la base del cráneo, se acumula fácilmente una enorme tensión. Una de las mejores maneras de curar un dolor lacerante de cabeza es darse un masaje en el pie, o dejar que alguien lo haga por nosotros. Para obtener mejores resultados, dar el masaje con alguno de los siguientes aceites esenciales en una dilución de aceite de almendras: menta, romero, clavo, anís y aceite de caléndula, para la nuca; aceite de gualteria para el dorso del cuello. El bálsamo de tigre puede ser colocado en una bolsa o bolsillo, y llevado a cualquier parte para una emergencia.
Limón. El zumo de limón salado o los limones cortados y aplicados en la nuca constituyen un remedio antiguo y eficaz para aliviar fácilmente el dolor.
Hojas de albahaca. Se deben machacar. Aceite de romero. Coger un buen puñado de hojas de romero fresco, que tienen forma de agujas. Machacarlas junto a una cucharada de aceite de oliva, empleando el mortero. Colocar la mezcla en un frasco de boca ancha y llenarlo con 300 mi de aceite de oliva. Cerrar y dejar en un sitio templado durante dos semanas. Pasado este tiempo, filtrarlo y reembotellarlo.
Friccionad la sien dolorida cuando sea necesario. Yo utilizo esta mezcla para untar el cordero pasado, tanto como para curar mis dolores de cabeza. El aceite de caléndula se puede hacer de la misma manera, pero empleando toda la cabeza floral.
• Aceite de espliego. Para curar un dolor de cabeza, tomar 3 gotas en un azucarillo.
Tés calmantes
• Té de moleta, lengua de buey, verbena, flor de saúco, manzanilla, lima, espliego, reseda, valeriana o mejorana. Todos son tés suaves, tranquilizantes, y tienen fama de curar la cabeza dolorida.
• Té de manzanilla, menta y nébeda. Una cucharada rasa de cada uno, añadida a 600 mi de agua, curará un dolor de cabeza con mareos.
• Té de manzanilla y diente de león. Añadir un limón exprimido no excesivamente pequeño en una taza de este té y tomarlo para aliviar los problemas de riñon y digestivos que derivan de un dolor de cabeza asociado con los excesos en la comida.
• Raíz de diente de león. Calentar suavemente 25 g en 600 mi de agua, durante 15 minutos. Tiene un efecto desintoxicante sobre el organismo, si se filtra y se bebe caliente.
• Té de ulmaña. Las flores y las hojas contienen la misma palicilina que se encuentra en el sauce y que es el componente principal de la aspirina. Es mucho más placentero y calmante hacer hervir la ulmaria a fuego lento, en agua, durante 10 minutos, y beber tres tazas al día para prevenir los dolores de cabeza pertinaces.
• Té indio. Tomar sin leche, pero añadiendo tres clavos.
LUMBAGO
Se trata de un dolor reumático que se localiza en la región lumbar. Está causado principalmente por un sobreesfuerzo desacostumbrado —al mover muebles o al cavar, en los patinazos imprevistos y en circunstancias semejantes—. Todos los remedios y recetas adecuados para el reumatismo y la artritis pueden ser empleados con igual efectividad para aliviar a los que padecen de lumbago.
La cura secular del lumbago consistía en colocar a un niño que había nacido de pie, derecho, encima de la espalda de la víctima. Aunque con posterioridad, las muchachas japonesas realizaron este mismo servicio, dicho tratamiento se ha descrito y tratado de forma variada, ya fuese como de éxtasis absoluto para algunos, o de tortura para otros. Dada la facilidad de acceso a esta zona del final de la espalda y el hecho de que el paciente tiene que permanecer, por fuerza, tendido sobre su estómago hasta que un tirón del músculo, o un espasmo muscular, o una torcedura muscular o ligamentosa, le hace reaccionar, existen varias cataplasmas que pueden aliviarle el dolor y hacer que se recobre con rapidez. En muchos casos, sin embargo, es cuestión de tiempo.
Cataplasmas y otros remedios
• Avena entera. Cocinarla mezclada con vinagre y aplicarla tan caliente como sea posible.
• Verbena. Calentar lentamente un puñado de verbena fresca deshecha en agua fría durante 10 minutos; hervir brevemente en un poco de vinagre de vino y aplicar en un paño tan caliente como sea posible. El té de verbena tranquiliza y refresca, y aunque no tenga otros atributos, es eficaz para el ánimo, tanto del paciente como de quien le cuida.
• Hojas de col. Se deben hervir en leche hasta que se conviertan en gelatina; extender en un trapo y aplicar calientes, dejándolas sobre la zona dolorida toda la noche.
• Aceite de enebro. Colocar 100 g de bayas de enebro en un frasco de cristal, con 500 mi de aceite de oliva. Cerrar herméticamente y dejar reposar al sol durante un mes, removiendo diariamente. Emplearlo como aceite de masaje para todos los dolores y achaques, reumáticos o de otro tipo. Después del masaje aplicar una bolita de algodón saturada en el aceite y vendar la zona.
• Embrocación de lumbago. Mezclar una taza de vinagre y trementina con una cucharada de postre de polvo de alcanfor y un huevo entero. Mantener refrigerado y usar rápidamente. (Embrocación: aplicación local de un medicamento líquido.)
Reuma o Reumatismo
El termino reumatismo se utiliza para hacer referencia a un conjunto de enfermedades de las articulaciones, inflamatorias y dolorosas, cuyo de origen no está producido por micróbios. Cuando la población rural agrupaba un grupo de dolencias y enfermedades bajo el nombre de reumatismo, éste hacía referencía al exceso de trabajo físico que genera tensión y agravado por la humedad y por viviendas poco saludables.
Existen numerosos remedios antiguos para combatir el reumatismo, muchos de los cuales aún siguen utilizandose hoy en día. Quizas el remedio más efectivo es tomar un baño calmante templado, masajear la zona dolorida con un linimento terapéutico y acostarse en una cama bien caliente.
Baños y cataplasmas
• Sales de la higuera: las sales de la higuera añadidas al agua del baño se han considerado siempre un importante método para aliviar los dolores reumáticos.
• Aceite esencial de romero, pino, espliego o enebro. Añadir unas pocas gotas al agua del baño, mejor junto con sales de la higuera.
• Mostaza y cayena. Una cucharada de postre de cada ingrediente, mezclados en el agua del baño, ayudará a calmarle los dolores.
Aceites y linimentos
El remedio más famoso para dolores y quebrantos físicos es el clásico bálsamo del tigre — una mezcla de alcanfor, cayeputi, casia, clavo, mentol y menta—. Existe una multitud de marcas en el mercado, algunas muy efectivas.
La mayoría de los siguientes remedios son efectivos para todos los dolores, achaques, torceduras y artritis.
• Aceite esencial de menta o de cilantro. Mezclar unas gotas de cada uno de estos aceites dulces aromáticos en una cucharada de aceite de almendras. Utilizarlo como masaje es muy reconfortante.
• Aceites de eucalipto, alcanfor y gaulteria. La receta siguiente es el linimento más efectivo de todos, y actúa con plena eficacia en contusiones, torceduras, tirones musculares y sabañones sin abrir, por enumerar sólo algunas dolencias.
Dieta
La enfermedad reumática se ve a menudo agravada por el estreñimiento y los desórdenes renales. Son esenciales las verduras frescas y verdes: col, ortigas (en sopa), berros, perejil, hinojo y acedera. Estas son especialmente buenas, ya que poseen abundantes minerales y vitaminas, a la vez que son ligeramente laxantes y diuréticas.
• Apio. Una generosa sopa de apio, o sencillamente cocer poco a poco el apio en leche o en caldo. El apio, como alimento, no tiene efectos nocivos.
• Zumo de cebolla. Cortar tres cebollas, lavadas pero sin pelar, en un litro de agua y hervir a fuego lento en una cazuela cubierta, durante 15-20 minutos. Filtrar y beber una taza por la mañana o por la noche.
• Dientes de ajo. Es muy apetitoso y delicioso tomar varios dientes de ajo machacados, acompañados con perejil, y comerlos con pan.
• Queipa. Este alga en polvo se prepara junto a un caldo o sopa. Contiene varios minerales necesarios para el organismo.
• Manzanas. Una manzana sin pelar al día mantendrá nuestro cuerpo en buen orden. Tomar manzana rayada, mezclada con avena cruda y yogur.
• Sidra. Debe ser una sidra buena y áspera, no de las que venden en el supermercado, de las que se han eliminado elementos naturales beneficiosos. Tome uno o dos vasos de sidra diarios, o una cucharada de vinagre de sidra. La sidra además es excelente para los ríñones.
Tendinitis o Codo de tenista
La tendinitis es la inflamación de los músculos y tendones que se tuercen y se lastiman a causa del sobreesfuerzo durante la práctica exigente del deporte. Por eso se utilizan los nombres de codo de tenista o de golfista. Sin embargo, esta dolencia no es moderna, ya que durante siglos ha sido diagnosticada a hombres y mujeres que realizaban actividades como levantar obejtos pesados, exprimir el agua de la ropa, fregar suelos o trabajar en las cosechas de campo. También es frecuente que los niños lo sufran debido a apoyar los codos cuando estudian en el colegio.
El codo de tenista puede necesitar una larga recuperación, pero la dolencia puede desaparecer con la aplicación constante de compresas frías o, a veces, alternando compresas frías y calientes.
Las cataplasmas templadas, especialmente las de hojas de consuelda, se
aplican para reducir la inflamación e hinchazón, y una vez éstas han disminuido,
se puede frotar suavemente la zona afectada con aceite de consuelda.
Además es muy importante, para la recuperación de la lesión, mantener inmovilizado el brazo afectado, a modo de cabestrillo.
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