domingo, 7 de noviembre de 2010

TIRONES Y TORCEDURAS.


Como resultado de un tirón en dirección opuesta a la que está trabajando el resto del cuerpo, muchas personas, a lo largo de su vida, padecen una torcedura de mayor o menor importancia; aunque dolorosa, la torcedura es, en muchas ocasiones, temporal, y la recuperación acostumbra a ser rápida si se aplican enseguida compresas frías con el uso de vendajes de soporte y con el descanso correspondiente.

Un remedio antiguo de los más utilizados consistía en aplicar varias capas de papel de estraza impregnadas de vinagre alrededor del tobillo afectado, asegurando una dureza pétrea y una total inmovilidad. Los niños persiguiéndose, jugando a la pelota, o en el ejercicio habitual de su actividad diaria, pueden llegarse a torcer las zonas más insospechadas de sus cuerpos. Generalmente, el mal se cura en pocos minutos, tras la aplicación de compresas frías del fragante olmo escocés seguido de una fricción suave con aceite de romero.
Tratamientos con lociones calmantes y aceites.

Tintura de árnica. Verter hasta diez gotas de árnica en una taza de agua fría y aplicar compresas sobre la zona afectada. Reduce y alivia la contusión. No emplear sin diluir o en un tobillo, roto.

Loción de consuelda. Bañar la pantorrilla afectada con un té fuerte de consuelda, para aliviar el mal.
Sal de la higuera. Un buen remedio contra las terceduras consiste en tomar un baño, o en su defecto mojar parcialmente, con agradable agua templada, a la cual se habrá añadido un puñado de sal de la higuera. Para hacerlo más placentero y efectivo, añadir un buen puñado de tomillo o poleo, o unas pocas gotas de aceite esencial.
Romero, espliego, salvia, tomillo o caléndula. Tomar 8 gotas de cualquiera de estos aceites esenciales, añadirlos a una cucharada de aceite de girasol y dar un masaje en la zona afectada durante unos minutos; repetir la operación varios días; la tercedura mejorará sin inflamación.

• Ajo. Machacado en aceite de oliva, se fricciona sobre la torcedura y se cubre con un vendaje templado, constituyendo un remedio efectivo aunque maloliente.

• Trementina y girasol. El antiguo linimento para terceduras que me confió un veterinario consiste en mezclar dos cucharadas de aceite de girasol en un frasco con una cucharada de aceite de trementina; puedo asegurar que funciona también perfectamente aplicado a seres humanos.

• Fricción con alcanfor. Mezclar en la proporción de una cuchara de té llena de aceite de alcanfor por una taza llena de aceite de girasol. El alcanfor parece tener poderes extraños, ya que antaño se decía que desplazaba péndulos y esferas. Tengamos, pues, mucho cuidado, sobre la muñeca de quién se fricciona.

• Linimento de cazador. Mezclar una cucharadita de té de aceite de gualteria (el aceite de gualteria natural es prohibitivamente caro, por ello se utiliza una forma sintética), alcanfor, aceite de clavo y aceite de trementina, con una cucharada de aceite de girasol. Este remedio es excelente. Se utilizaba en las cacerías, cuando se producían terceduras causadas por la oscuridad de la noche. Los guardas, con este linimento, aliviaban a las víctimas quienes, al olerlo, se reconfortaban.

Tratamientos con cataplasmas

Verbena o perejil. Ambas hierbas, maceradas en agua caliente y aplicadas en una cataplasma templada, desinflarán torceduras y suturas de heridas.

Cebolla y miel. La cebolla finamente cortada y mezclada con miel, se empleaba para sanar muchas heridas.
Remedio del segador. Un trapo empapado en sidra y enrollado alrededor de la pantorrilla era un vendaje sencillo y efectivo para los trabajadores del campo. El vinagre de sidra es igualmente efectivo.

CONTUSIONES O GOLPES


El agua fría proporciona un efecto inmediato, aunque temporal, de enfriar la zona lesionada y disminuir la tensión y el dolor provocados con el golpe. También rebaja la inflamación. A pesar de todo, un método mejor para tratar las contusiones infantiles, consiste en limpiarlas con compresas templadas y a continuación dar un suave masaje con un aceite curativo, para estimular la circulación y prevenir posteriores dislocaciones.

Las cataplasmas calientes estimulan la circulación, a la vez que curan y tranquilizan. Se utilizan también en esas zonas óseas del cuerpo horrorosamente doloridas, como puede ser la espinilla, una vez que ésta ha sido friccionada con una moneda y envuelta en hojas de roble.

Las personas que se contusionan fácil o excesivamente, suelen sufrir a menudo deficiencias de vitamina C en su organismo, o padecen de una circulación pobre; en este caso, será recomendable un cambio de dieta.

Lociones calmantes y cataplasmas

•Tintura de árnica. Es extremadamente efectivo emplear unas pocas gotas de tintura en un recipiente de agua fría como loción. A pesar de todo, el árnica se debe utilizar con cuidado, ya que puede causar una erupción en la piel sensible. Y nunca la aplicaremos sin diluir, o sobre heridas abiertas.

• Hamamelis (olmo escocés).
Fresco y de dulce aroma, es el gran favorito de los niños. Si se emplea sin diluir, al ser astringente, puede provocar una Sjuave erupción en las pieles sensibles.

• Tomillo o vinagre de espliego. Ambas hierbas son antisépticas, y el vinagre ayuda a curar rápidamente las contusiones.

• Té de consuelda.
Se usa tanto caliente como frío. Una compresa de consuelda es muy eficaz para sanar los golpes externos; es recomendable también para aplicar en el ojo.

• Infusión de hisopo. Conocida por ser muy beneficiosa en la curación de los ojos morados, tanto el zumo fresco como la infusión de hisopo reducirán la hinchazón rápidamente.

• Zumo de cebolla. La mitad de una cebolla friccionada en la zona contusionada es un remedio casero, natural, rápido, barato y efectivo, aunque algo antisocial.

• Mejorana y miel. Mezclar 4 pizcas de mejorana fresca o 1 cucharadilla de té llena de planta seca, con un poco de vinagre, y luego añadir miel, hasta formar una pasta espesa. Es una cataplasma fácil de usar en contusiones y también una de las que más gustan a los niños.

• Mantequilla de perejil.
Este remedio de cocina es sorprendentemente efectivo.

• Consuelda, matricaria o hisopo. Una cataplasma compuesta por 1 cucharadilla de hierbas añadida a 300 mi de agua hirviendo, y aplicada caliente a la zona afectada, vendando luego ésta, sana las contusiones y alivia el dolor. Las hojas frescas machacadas de cualquiera de estas hierbas mágicas pueden emplearse con los mismos buenos resultados.

• Cabezas de caléndula.
Una cataplasma hecha con pétalos secos de caléndula y colocada caliente entre dos capas de gasa, calma los ojos morados.

• Copos o harina de avena.
Mezclados en una pasta densa con agua hirviendo, son un remedio casero natural aconsejable para las contusiones en las espinillas. Aplicarlo con un trapo y vendar la zona afectada a continuación.

• Aceites de espliego, hisopo o mejorana. mezclar dos gotas de alguno de estos aceites antisépticos y curativos con dos cucharadillas de aceite de girasol, y frotar suavemente la zona afectada.

• Aceite de vitamina E.
Un poco de este aceite, frotado en la contusión, hará más rápida la curación.

• Aceite de caléndula. Suave y poco perfumado, el aceite de caléndula hace desaparecer rápidamente las contusiones y los morados de la cara y de alrededor de los ojos.

HOMBROS HELADOS O FIBROSITIS.


Los hombros helados o fibrositis es una dolencia por la cual los hombros se vuelven rígidos y los músculos están profundamente doloridos. Las principales causas son el esfuerzo físico (como, por ejemplo, un tirón de un músculo), la tensión, sentarse en una corriente de aire, la ansiedad y el estrés emocional.

Podemos contraer una fibrositis conduciendo con la ventana del coche abierta, cuando imaginamos que el aire en la cara nos será beneficioso. El metodo más rapido para reactivar los músculos del hombro consiste en estirar el cuello, mover rápidamente los hombros y presionar las paletillas a la vez. Estirar el cuello hacia afuera, avanzando los brazos y soltando el aire por encima de la cabeza, aliviará nuestra tensión. Los tés sugeridos para calmar la ansiedad pueden ayudarnos, así como también los linimentos y emplastos, ya recomendados para el calambre y el reuma.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Inflamaciones de la boca.




Estos son algunos remedios caseros naturales para bocas inflamadas por una amplia variedad de enfermedades, como Flemones fríos, abcesos dentales, Aftas bucales o ulceras en la boca, inflamación en las encías o gingivitis.

• Té de salvia. Hervir un puñado de hojas de salvia fresca en 1L de agua durante 15 minutos; dejar reposar durante cinco minutos más. Filtrar y añadir unas pocas gotas de tintura de mirra. Fotar las encías y enjuagar con la solución. Es especialmente efectiva si la boca o la garganta están llagadas o ulceradas. Con una cucharadita de salvia seca, infusionada en una taza de agua hirviendo, se elabora una bebida refrescante para enjuagar la boca; y si se añade una pizca de jengibre seco o pimentón es doblemente efectivo contra el herpes simplex (llaga fría).

• Centaura menor. Las hojas de esta pequeña planta de flores rosadas de la familia de las gencianáceas, que crece en los acantilados herbosos, se emplean para hacer enjuagues cuando la boca está ulcerada.

• Aceite de eucalipto y de clavo. Añadir unas pocas gotas de cada uno en agua caliente, y usarlo como enjuague bucal.

• Tintura de mirra. Enjuagar de un lado a otro de la boca con unas pocas gotas añadidas al agua caliente. Fortalece las encías.

• Limón, glicerina o timol. Distribuir unas pocas gotas de cada uno de estos productos en agua caliente, y emplear para enjuagar.

• Sal. 2 cucharaditas llenas de sal de mar y 2 cucharadillas pequeñas llenas de agua oxigenada, en un vaso grande de agua caliente. El agua caliente salada, mantenida en la boca donde se tiene un flemón, os ayudará a calmarlo rápidamente. Después enjuagar bien con mucha agua salada, para limpiar.

• Melazas negras, miel, ajo o aceite de vitamina E. Frotar con alguno de los elementos citados en las encías para aliviarlas y fortalecerlas; pero recordad que las sustancias azucaradas alojadas en la boca provocan caries.

ULCERAS EN LA BOCA


Las úlceras están causadas a menudo por comer demasiadas especias o comida acida, o como resultado del estrés. Pueden aparecer también por la costumbre de morderse el interior del carrillo (otro signo de tensión), o por falta de vitamina B2, motivo por el que una persona se puede sentir muy irritable.

Procuremos, de todos modos, evitar algunos alimentos que favorezcan las inflamaciones y tomemos dientes de ajo, masticando el ajo entero. Remedios menos antisociales consisten en preparar unas pocas gotas de aceite de mirra, mezcladas con algo de miel, friccionando en las zonas inflamadas o aplicar suavemente un poco de tintura de caléndula.

martes, 2 de noviembre de 2010

FIEBRE GLANDULAR O MONONUCLEOSIS INFECCIOSA


A esta enfermedad se le conoce como fiebre glandular, enfermedad del beso o mononucleosis infecciosa. La transmisión de la mononucleosis se produce con mayor frecuencia a través de la tos, los estornudos o compartir vasos y utensilios de cocina. Esta es una enfermedad vírica que no se elimina con antibióticos y a pesar de ser bastante frecuente es desagradable y persistente. Los sintomas de la fiebre glandular son parecidos a los de la gripe común pero con una inflamación de ganglios y a veces con erupciones cutáneas. Si creeis que estais pasando una gripe pero no os recuperáis en una semana y va acompañada de los síntomas anteriores acudid al médico. Debéis quedaros en casa, descansar y no regresar a la escuela o al trabajo hasta que estéis completamente recuperados.

Al igual que sucede con todas las enfermedades febriles, la fiebre glandular puede ir seguida de depresión e indolencia. Es importante tomar muchos líquidos, especialmente agua o zumos de naranja, limón o uvas.

Antiguos remedios reconfortantes

• Arrayan brabántico. Hacer gárgaras con una infusión de sus hojas.

• Nogal. Macerar 60 g de hojas de nogal en 1 litro de agua fría durante dos horas. Llevar lentamente a ebullición, dejarlo hervir durante tres minutos y luego dejadlo 20 minutos en reposo. Usarlo sobre un lienzo en forma de cataplasma aplicada a las glándulas inflamadas. También se puede majar las hojas y aplicarlas en el área dolorida para aliviarla.

Infusión de diente de león, ortigas o uña de caballo. Desde siempre se cree que una infusión de cualquiera de ellas en la proporción de 25 g en 600 ml de agua alivia a quien padece trastornos de la glándula tiroidea. Tomar una taza pequeña endulzada con miel cada tres horas.

• Marisco, tabletas de algas marinas, judías, agar-agar y ajos. A los que tienen bocio (hipertrofia del tiroides) se les recomienda adaptar su dieta con estos productos.

Infusión de Fucus vesiculosus. Los que tienen problemas de tiroides pueden aplicarse externamente una infusión de 25 g de esta alga marina en 600 ml de agua o beberla antes de acostarse (1/2 taza diluida en agua).

Perejil, berros y melaza. Todo aquel que padezca trastornos tiroideos deberá añadir a su dieta estos valiosos complementos.

CISTITIS.


La cistitis se trata de una enfermedad tremendamente desagradable y dolorosa originada por la inflamación de la vejiga urinaria. Los síntomas de la cistitis son ardor en la parte baja posterior y en el abdomen que se acrecenta al empezar a orinar. Esta inflamación puede llegar a los riñones, siendo necesario acudir al especialista.

Si el tratamiento tiene como base los antibióticos, debéis comer a diario un yogur natural para prevenir la infección vaginal. La cistitis generalmente es consecuencia de un mal catarro, de cálculos renales o de pildoras anticonceptivas u hormonales.

•Aceites esenciales de pino. Si se padece cistitis, el remedio casero más agradable y reconfortante es darse un baño de agua templada al que se habrá añadido unas gotas de aceite esencial de pino.

aceite de pino, enebro, sándalo y perejil. echar unas gotas en una taza de aceite de girasol. Frotar con esta mezcla la parte inferior del abdomen y la parte inferior de la espalda. Acostarse en la cama y me ponerse una botella de agua caliente envuelta en un paño detrás de las rodillas.


Bebidas beneficiosas

• Agua. Si sois propensos a la cistitis bebed mucha agua templada.

• Perifollo, equisetos, bolsas de pastor y hojas de abedul. Una infusión de cualquiera de estas hierbas os aliviará.

• Hojas de arándano. Para mitigar el dolor de la cistitis, meted 25 g de hojas de arándano en 1 litro de agua hirviente durante 15 minutos y tomad 2 o 3 tazas diarias.

• Agua de patatas. Bebed el agua en la que hayáis hervido patatas. (Evitar cocerlas en un recipiente de aluminio.)

• Infusión de pedúnculos de cerezas y de hojas de melocotonero. Una cucharada de ambas cosas en 500 ml de agua alivia mucho. Antiguamente los pedúnculos de cereza se empleaban como diuréticos.

• Malvavisco. Para superar los efectos producidos por los antibióticos emplead esta infusión de malvavisco: echad una cucharadilla de raíces de malvavisco en una taza de agua hirviente, dejadlo en reposo cinco minutos y luego endulzadlo con miel.

LOMBRICES INTESTINALES


Se trata de parásitos intestinales, cilindricos, y de la solitaria que generalmente afecta a ños niños. Mientras que en la sociedad actual tener estos parásitos unicamente produce cierta vergüenza, sólo unos cuantos años atrás era una dolencia muy común. La mayor parte de los remedios antiguos siguen resultando eficaces.

• Algodon con aceite. El remedio por excelencia contra las lombrices es empapar con aceite de oliva una bolita de algodón. Seguidamente introduciremos total o parcialmente la bolita en el ano mientras dormimos. El efecto es fulminante y a la mañana siguiente las molestas lombrices habran desaparecido.

Otros remedios caseros efectivos son los siguientes. Todos los preparados siguientes deben ser tomados por la mañana en ayunas.

• Limones. una cucharadita de miel con pepitas de limón molidas o de una mezcla fuerte de zumo de limón puro y tomillo molido.

• Tomillo. En agua de cebada recién hecha añadir una cucharada de tallos de tomillo frescos cortados en forma de dados y coced a fuego lento durante 15 minutos.

•Pepitas de sandía. añadir un puñado de pepitas de sandía en agua y cocedlo a fuego lento hasta conseguir un cocimiento espeso.

•Pepitas de calabaza. Molidas, mezcladas con leche y miel y tomadas durante tres días consecutivos, son un buen remedio para la solitaria.

•Jugo de col. Cada mañana, durante tres días, tomad 4 cucharadas de jugo de col recién hecho.

•Albahaca o hierba lombriguera. Para impedir el desarrollo de las lombrices masticad cada día hojas de albahaca o bebed una infusión de hierba lombriguera.

•Ajos. La ingestión habitual de ajos impide la aparición de este problema pero si apareciera podríais seguir el antiguo procedimiento de masticar varios dientes de ajo por la noche y ponerlos uno como supositorio.